Resuena esta frase en mi mente y me hace retomar el sentimiento transmitido por el grupo de emprendedores y emprendedoras a quien tuvimos el gusto de conocer en la recién visita en Asturias, España. La diversidad de negocios que se visitaron entre ellos:  viveros, viñeros, panadería, alojamiento, de cultivos hidropónicos entre otros; hace pensar en ¿Cuál es el punto de inicio de una emprendedora?.

La historia parece encontrar un punto de convergencia, en donde la constancia es la misma; al unísono, expresan que es “la necesidad de hacer algo más” lo que motiva a iniciar un negocio. Y es ese llamado interno a la generación de ideas innovadoras, revolucionarias y únicas las que hacen establecer una idea de emprendimiento.

Las empresas visitadas son de diversa antigüedad, pero nos dejan claro que es la perseverancia, la preparación técnica o profesional en el área a la que se dedica, el apoyo financiero, la tecnificación de procesos, pero sobre todo el poner alma, vida y corazón en estos negocios es los que hacen la diferencia de un emprendedor en cualquier parte del mundo.

El intercambio de experiencia deja sustentado que:  El punto de partida de una emprendedora es la necesidad de poder tener y sentir una base económica, que le permita obtener independencia económica. La disponibilidad de recursos financieros para una mujer es un peldaño más en el eslabón de construir su Empoderamiento y Emprendedurismo desde una perspectiva de Genero.